domingo, 28 de noviembre de 2010

Silens declaratio

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Volui clamare sed non potui. Vox meus ne exire buca mea consequebatur, et illud quod dicere volebam in animo meo haesum mansit.

... Volui delineare, sed tractus inter se confundebant, et aliquid nitidum non producere consequebar.
... Volui pingere, sed colores omnes similes videbantur, et semper idem pingebam.
... Volui musicam facere, sed soni quos emittebam dissoni, iniucundi auri qui audire vellet erant.
... Volui scribere, sed nemo scripta mea legebat. Conor adhuc, sed omnes conatus inanes sunt.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Natanael

Justificar a ambos ladosHace unas pocas semanas, ha llegado a nuestro antro un ser que no sabemos ni de dónde vino, ni qué es exactamente; dijo llamarse Natanael. Le dimos una calurosa bienvenida porque no somos hostiles con los caminantes que llegan a nuestra pocilga. Pero lo cierto es que dicho ser desde que llegó ha desabastecido nuestras heladeras, usado nuestros aposentos, pero ni un solo escrito ha brotado de sus manos para deleitarnos.
Yo, la Dama del Alba, me encuentro aquí instigando a Natanael para que de una vez por todas publique algo y que no nos venga con la excusa de que tiene muchos obstáculos que atravesar o amigos que socorrer porque aquí, bien sabemos todos que nuestra única ocupación es leer el Quijote y escribir.
Saludos.

Oración a San Juan Trastornado

Antes de hacer esta Oración pídale a su propio Guardián que le dicte en su propia mente si debe o no hacer esta Oración. Si se arrepiente no la haga, pues no tendrá beneficio en lo que usted desee.

Tú que poder tuviste para trastornar a tu esposa, así yo te conjuro para que me le trastorne los cinco sentidos y siete pensamientos de fulano de tal (ahí se dan tres zapatadas para llamar a fulano de tal). Por el poder omnipotente de -Belcebú Artaclán- tres espíritus superiores a todos los demás espíritus.

Ellos serán los que leen, interpretarán en el cerebro, el corazón y el pensamiento de fulano de tal, para que no me lo dejes si en silla sentar ni en cama dormir, ni con mujer casada, viuda o soltera hablar hasta que no bravo, rabiando como un perro y llegue a mí, manso como una oveja a los pies míos. Yo fulana de tal.


Eduardo Gudiño Kieffer, en "Guía de pecadores".

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Encuentro Casual

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Salió rápido de su departamento, y casi chocó contra la muchacha

... -¡Uy! Disculpe, no la vi.
... -No se preocupe -dijo con desdén-, me pasa siempre.
... Él se quedó observándola un instante.
... -Tampoco la había visto antes, ¿vive aquí?
... -Sí.
... -¿Hace mucho?
... -Bastante -quedó pensativa un rato-. Creo que nunca viví en otro edificio.
... -Qué extraño -dijo-, debería haberla cruzado en algún momento... Yo vivo aquí -señaló su departamento, el número trece- desde hace un par de meses, y la verdad es que no...
... -Salgo poco, tal vez por eso no...
... -Ah, debe ser por eso -su voz no sonaba muy convencida-. Yo casi nunca estoy.
... Ella lo miró, un poco incómoda por estar allí, y le dijo:
... -¿Tiene que irse? -no le gustó cómo sonó eso, y añadió enseguida:- Lo vi muy apurado, y ahora aquí, hablando tan tranquilo...
... -Sí -dudó-. No. Bueno, tal vez pueda ayudarme.
... -¡Con gusto! -su rostro se iluminó por un instante-. Hace tanto que no ayudo a nadie... Dígame.
... -Creo que me persiguen...
... -¿Quién?
... -No lo sé.
... -¿Y cómo sabe que lo persiguen? -inquirió.
... -Porque hice algo... -iba a hablar, pero se contuvo-. No, no puedo contárselo, podría ser peligroso. Pero debo salir de aquí.
... -Creo -pensó por unos segundos-, creo que puedo ayudarlo... Sí, ya sé: venga por aquí.
... -¿Por dónde?
... -Por este pasillo -le dijo mientras caminaban por él-, al fondo hay una escalera. Allí hay una puerta, en el descanso, que conecta por medio de un pasaje con el edificio contiguo.
... -No lo recuerdo...
... -Tal vez nunca lo vio -sentenció.
... -Puede ser, estoy tan poco en este edificio...
... Llegaron al final del corredor. Ella lo miró y, señalando la puerta, dijo:
... -Aquí está, ¿ve?
... Él abrió y entró. Ella lo siguió.
... -Sí, pero la escalera está clausurada.
... -No puede ser -dijo ella, incrédula.
... -Pues sí, mírelo usted misma.
... -Qué extraño -dijo perpleja, como hablando consigo misma-, antes estaba aquí.
... -Tal vez remodelaron el edificio -aventuró él.
... -Puede ser, pero es raro que no me haya enterado...
... -¿Hace mucho que no usa este pasaje?
... -Tal vez... No lo sé, no tengo buena memoria desde que...
... -Esto aparenta haber estado así por bastante tiempo.
... -Es cierto. Hasta la puerta es diferente, ahora lo veo. Antes era...
... -¿Era cómo?
... -¡Qué extraño! -dijo la muchacha, avanzando cautelosamente-. ¡Qué puerta más pesada! -la tocó al hablar y se cerró de pronto, con un golpe.
... -¡Dios mío! -dijo el hombre-. Me parece que no tiene picaporte del lado de adentro. ¡Cómo nos han encerrado a los dos!
... -A los dos no. A uno solo -dijo la muchacha.
... Pasó a través de la puerta y desapareció.


(Este cuento fue el resultado de una consigna de escritura, utilizando
el "Final para un cuento fantástico" de la Antología del Cuento Fantástico,
de Borges, Bioy Casares y Silvina Ocampo, 1965)